Ella esconde en sus ojos una lágrima espesa, cargada de batallas perdidas, cargada de intentos fallidos, ella solo quiere dejarla libre.
Ella no quiere más que matar esos demonios de artista, ella hace un gigantesco nudo en mi garganta.
Pero ella no sabe lo que el mundo y yo vemos, no sabe que no existe una línea blanca que no se pueda desechar, no sabe, tan inocente no sabe que con un solo golpecito esa espesa lágrima se convierte en una cascada de libertad, ella sabe que se vuelve tan fácil que con un solo tirón deshacer ese nudo en mi garganta.
Toca cerrar los ojos y suspirar, toca abrir el alma y escuchar, no te matas a ti nena, nos matas a todos, me matas a mi.
Antes de matarme solo un deseo quisiera pedirte, y es qué de ese mundo blanco y sin sombra de color te permitas salir, tal vez un ser supremo, tal vez haya espacio para uno.
No llores más mi niña, que con cada lagrima que sale de tus mágicos ojos es un golpe para mi ya débil cuerpo.
Y es que sin conocer nada de ti yo ya te quiero con el alma.